“Una vez más, EU ha dado la espalda a la promesa de otorgar refugio” con la decisión del día de hoy sobre el TPS para El Salvador.

Los Angeles, C.A.—Lunes 08 de Enero 2018—El Departamento de Seguridad Interior (DHS por sus siglas en inglés) anunció la decisión de terminar el Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) para cerca de 200.000 personas de El Salvador, muchas de las cuales han vivido en los Estados Unidos bajo este estatus legal desde 2001.

“Una vez más, Estados Unidos ha dado la espalda a la promesa de otorgar refugio para quienes sufren violencia y persecución en sus países de origen. Hoy, en una de sus primeras actuaciones como Jefe del Departamento de Seguridad Interior, la Secretaría Nielsen le ha dicho a 200.000 de nuestros amigos, vecinos y colegas –personas que buscaron seguridad en los Estados Unidos y tuvieron durante 17 años plena autorización para construir sus vidas aquí- que tienen 18 meses para empacar sus cosas y regresar a El Salvador, un país con la más alta tasa de homicidio de América Latina, con un índice de impunidad de 95 por ciento, y con violaciones cada vez más graves de derechos humanos.

Más allá de las diferentes posturas políticas, todos podemos estar de acuerdo en que poner a las personas en riesgo es contrario a nuestros valores como país. Sin embargo, en los últimos seis meses, la administración Trump canceló la protección de los programas de TPS que han salvado vidas para personas de nuestras naciones, empujando a 250.000 personas –haitianas, sudanesas, nicaragüenses y salvadoreñas- de vuelta a condiciones inestables en sus países de origen. El destino de otras 60.000 personas pende en la balanza, mientras el DHS reevalúa el futuro del TPS para Honduras, una nación envuelta en incertidumbre y violencia luego de una fraudulenta elección presidencial en noviembre.

La realidad de estas acciones vergonzosas debe estar presente en la consciencia de todos los estadounidenses que valoran el derecho a vivir una vida libre de temor por su seguridad y la de sus familias. Nuestro gobierno está siendo cómplice en romper familias –cerca de 275.000 niños nacidos en Estados Unidos tienen un padre o madre beneficiario de TPS- y en contribuir a la desestabilización de países vecinos.

También sentiremos los efectos de estas acciones en nuestros bolsillos, ya que expulsar a los beneficiarios del TPS deja un vacío en nuestra economía. 88 por ciento de los beneficiarios de TPS participan actualmente en la fuerza laboral, 11 por ciento han creado negocios, y 30 por ciento tienen hipotecas. Los líderes de negocios y religiosos, junto con una lista creciente de ciudades y estados en el país, reconocen la importancia del TPS e hicieron llamados para su continuidad. El anuncio del día de hoy es contrario al consenso en torno a este sentido común.

Con esta decisión al comienzo del ejercicio de su cargo, la Secretaría Nielsen demostró que comparte la agenda cortoplacista de la administración Trump de desmantelar el sistema de inmigración de nuestro país. Por lo tanto, nosotros redoblamos los llamados al Congreso para que actúe en torno a las propuestas legislativas que fueron presentadas recientemente. Se trata de proyectos de ley que crean un camino para la residencia permanente para los beneficiarios del TPS de hace varios años, quienes han invertido décadas de sus vidas aportando a sus comunidades a lo largo de los Estados Unidos.”